CONCIERTO CON ALONDRA DE LA PARRA

Sé que me tarde un poco en escribirlo, pero no quería quedarme sin compartir el sentimiento:

Días antes del concierto:

La majestuosa Maestra Alondra de la Parra se tomó la libertad de ensayar con el núcleo de la O.F.I.R.
(Orquesta Filarmónica Infantil Renacimiento) desde el momento en el que entró se sintió la energía corriendo por nuestros cuerpos, la emoción de tenerla dirigiéndonos en los ensayos, era fascinante tener a alguien como ella frente a nuestros ojos.
al principio fue un poco difícil hacerlo como ella quería, pero poco a poco fuimos mejorando para poder llegar a la perfección. Nos enseñó trucos por ejemplo: al momento de cantar ya no era "GLORIA" era "CLORRIA" exagerar las consonantes es una buena forma de que al momento que viaja el sonido no se distorsione, hasta nos puso a marchar en la canción "ALAS" (de Arturo Márquez)  para que pudiéramos lograr los compases del 154 al 164, al principio se nos hizo un poco vergonzoso, pero comprendimos que era para que fuéramos a tiempo y ritmo.

DURANTE EL CONCIERTO:

El concierto fue el mejor de toda mi vida, ningún concierto había logrado ponerme tan emocionada y eufórica como éste. Ése día Alondra hizo magia con su batuta, cuando la movía lo hacía con una delicadeza y pasión como ningún otro, sentí la emoción en cada fibra de mi cuerpo, ella me incitaba a cantar más alto, con seguridad de que todo lo que nos había enseñado era de ayuda.
A pesar de que fueron pocas piezas se hicieron con mucha calidad, todo gracias a la Maestra Alondra. Al momento de culminar el concierto, Alondra estaba lista para retirarse, pero gracias al público, a sus aplausos, a sus gritos, sus halagos y a su creciente euforia por "otra pieza" Alondra decidió dirigir "Alas" por segunda ocasión.
Desde los compases 154 al 164 el coro comenzó a marchar al compás de la pieza tal y como en los ensayos, olvidando la vergüenza, el temor; todos eran uno solo, en ése momento, sentí algo que me invadía el cuerpo, no supe que fue, tal vez emoción, orgullo, admiración... no sé qué pasó, pero lloré con ALAS, sentí la canción, sentí que con Alondra podría lograr muchas cosas, ella me inspiraba algo, y no sabía lo que era -ahora ya lo sé, es una mujer a la cual admiro, es una gran persona-. Al terminar la pieza, el público pidió otra, Alondra dirigió "Danzon #2" de Arturo Márquez, en la cual, el público junto con el coro y otras orquestas (que asistieron al evento para acompañar a la OFIR) agitaron sus brazos y bailaron al son de la hermosa melodía, fue una noche mágica, en todos los sentidos...
lamentablemente no pude tomarme una foto con la Maestra Alondra, pero ella prometió que volvería con nosotros, y la verdad, es un HONOR que ella estuviera con nosotros, gracias a ella aprendí a sentir la música, a amarla, a verla de otra manera, MUCHAS GRACIAS ALONDRA <3