Ámame como un giro
equivocado en un camino malo tarde en la noche, sin luna y sin un
pueblo cercano
y con un gran
animal hambriento moviéndose pesadamente a través de la maleza junto
al camino.
Ámame con una
venda sobre tus ojos y el sonido de un agua herrumbrada
que mana
bruscamente del tubo en la cocina, que gotea a través
del piso de madera
hasta el cemento caliente. Hazlo sin preguntar,
sin extrañarte y
sin pensar en nada, mientras la maquinaria
está apagada y el
vigilante desplomado de sueño frente a su pequeño televisor
que muestra el
pequeño garaje, los pasillos desiertos; mientras los ladrones atraviesan
la baranda con
cortadoras de acero. Ámame cuando no puedas encontrar
abierto un
restaurante decente en ningún sitio, cuando estés solo en un comedero
relumbrante
junto a dos monjas
que se pelean en el asiento de atrás, cuando tus huevos estén
grasientos
y cuando te sirvan
crudas tus tortas fritas. Arranca los botones de enfrente de mi
vestido
y lánzalos uno a
uno a la laguna donde los peces acechan justo debajo de la superficie,
moviendo sus frías
aletas. Ámame en la capota de una camioneta que nadie ha
conducido
en años, hundida
hasta el guardabarros entre hierbas y girasoles muertos;
y entre los
lirios, tu boca en mi garganta blanca, mientras las tortugas arrastran
sus barrigas a
través del barro lustroso, a través de las huellas de fojas y patos.
Hazlo cuando nadie
esté viendo, cuando los disturbios empiecen y se abran los aviones,
cuando el autobús
salte a la cuneta y el conductor pise los frenos y el pedal se hunda
hasta el suelo,
mientras alguien
lanza un plato contra la pared y recoge otro,
ámame como un
congelante trago de vodka, como pita pura, ámame
cuando estés solo,
cuando estemos demasiados cansados para hablar, cuando no creas
en nada, escucha,
no hay nada, no importa; acuéstate
conmigo y cierra
los ojos, el camino dobla aquí, voy a subirle al radio
y nos vamos a ir,
y no vamos a regresar mientras tú me ames,
mientras lo sigas
haciendo exactamente así.
~Kim Addonizio~
NOTA: Traducción
del poeta costarricense Gustavo Adolfo
Chaves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario